martes, noviembre 28, 2006

Tango…

Una de las mejores cosas que me ha pasado este año ha sido encontrarme con mi amiga V. la cual estuvo en Austria haciendo el intercambio conmigo… la vida da muchas vueltas y uno nunca sabe cuando se termina, compartiendo y recompartiendo, en diferentes lugares, momentos y espacios.

Fue una chimbi, cuando la vi en aquel bar, era como una señal divina de que efectivamente “Todo iba estar bien”… era como un aire nuevo en mi vida y era definitivamente tener una amiga que apoyaba mis cambios, los entendía, y además los compartía…

Todo muy en la buena hasta que después de la primera rumba, cuando decidí quedarme en su casa, al abrir la puerta, sale un gato gris… por Dios!!!! Un gato!!!!!, como los odio yo, porque les tengo miedo, y ya yo sé que es como una mascota característica de las niñas gay, pero no… a mí no me gustan y me dan miedo… y V. entonces le dijo a Tango (que así se llama el felino): “No Tango ella no es como las otras, te tienes que salir”, porque obviamente yo ni lo miraba, y el hecho de que se acercara, ya me iba poniendo los pelos de punta…

Ya con el tiempo Tango comenzó a ser parte de lo cotidiano de ser amiga de V., y frecuentarla más a menudo que antes, hacía que yo ya le cogiera más confianza al animal, ya de vez en cuando le cogía el pelo, le pasaba una que otra mano por encima, hasta que lo logró, el gato me empezó a gustar, le encanta subirse en mis piernas y que yo lo consienta, entendí que a los gatos les gusta jugar, que cuando rasco la almohada, quien sabe que se imagina, pero de una ataca al dedo debajo de la funda, (claro yo una vez le expliqué lo que hacía, porque pos eso de que yo rasque la almohada y el gato ataque, no me parecía, él miró con atención y les juraría que entendió) de vez en cuando me muerde y ahí si me enojo… pero es todo bonito y consentido, cada vez crece más, y tiene la carita tierna, tierna… Ya lo logré con Tango, a ver y si otros lo logran… pero es el único hasta el momento…

De todas formas hay que admitir que ahí hay influencia amiguística… de otra forma eso jamás habría ocurrido, menos después de la historia de terror que me contó mi abuela sobre un gato vengador y asesino que mató a su mamá adoptiva porque no le dio comida, y ojo, que la mató con una uña que tiene debajo de la cola…

El caso es que a Tango una lo quiere bastante, y hasta ya hace parte del contrato “as a team” que hemos creado con V. es nuestro gato, le compramos la comida, (pero V. la paga, es que ella es más pudiente, y de hecho ya le he dicho que me mantenga, porque yo tengo un poco de pereza de trabajar, que ella trabaje y yo cocino, limpio la casa, y uso su tarjeta de crédito, pero extrañamente aún no ha querido), lo consentimos, y V. lo baña, le da las medicinas, fumiga las pulgas y le recoge el popis… porque aja, así es la vida, y ya… yo soy la madre alcahueta y hasta ahí llego, V. en cambio lo educa como a un gran gato y lo cuida debidamente.

5 comentarios:

Ilichtna Manga dijo...

Nunca entendí porque no te gustaban los gatos, siempre en mi mente te he realcionado con ellos, son bonitos, consentidos y hacen, lo que se les da la gana... feliz día pava.

Andrea dijo...

Tenía una uña debajo de la cola? Léi mal?

Anónimo dijo...

Eso me dijo mi abuela, tenía uña debajo de la cola y con esa mata... por eso le tenía pavor a los gatos...

Erica dijo...

Jajaja es una historia de niños pavi, yo tube gato y NO TIENEN UAS DEBAJO DE LA COLA! TE LO ASEGURO....jijiji esto está muy chistoso, ya te veré en un tiempito con una manada de gatos y con tu novi....

Anónimo dijo...

Ay! no, no manada de gatos, cuando mi novia quiera un gato visitamos a V.